Viajar en Ferry



Ferry de Transmediterranea.

Los ferries son los autobuses del mar. Su principal característica es que viajan de un punto a otro de manera regular cubriendo siempre el mismo trayecto; y con una duración que oscila entre media hora y varios días. Por su parte, los cruceros son los hoteles del mar, cubren largas distancias, realizando varias paradas en el trayecto, y sólo transporta pasajeros en un tour.

La principal ventaja de los ferries, respecto a otros medios de transporte, es que permiten viajar con el vehículo a bordo e, incluso, la mayoría no se opone a transportar mascotas. También son una alternativa para quienes tienen miedo a volar.

Si viaja con niños pequeños conviene confirmar con la línea marítima si la embarcación cuenta con cambiadores para bebés, tronas para comer, cunas y zonas de juegos.

También; es conveniente contactar con la compañía naviera para conocer si es posible o no viajar en la cubierta del barco por una razón de seguridad.


Aspectos a tener en cuenta al elegir un viaje en ferry

Además de los lógicos factores a tener en cuenta para la realización de una reserva, o compra, de un billete de viaje: precios, horarios de salida y llegada, o tiempo de duración del viaje; al viajar en ferry debes tener presente:

·         Si viajas con tu vehículo propio, infórmate del precio a pagar por el traslado del mismo; y si existen restricciones debidas a dimensiones del mismo.
·         Si desea viajar con animales domésticos, infórmese previamente si es posible o no subir abordo esta compañía. En caso de respuesta positiva, pregunte si es necesario presentar la documentación sanitaria correspondiente, y el coste del pasaje del mismo. Recuerda que debes informar de la presencia del animal, tanto al hacer la reserva como al comprar el billete y en el momento del embarque.
·         Aunque la mayoría de los ferries están acondicionados para trasladar a personas con movilidad reducida, al hacer la reserva, confirme que esto es así. Recuerde que durante el embarque, acomodo, viaje y desembarque, los miembros de la tripulación son los más indicados para acompañar a estas personas.
·         Aunque no suele ser necesario facturar las maletas ni el equipaje de mano, existen como en el resto de medios de transporte, limitaciones en el peso del equipaje. Los ferries cuentan con maleteros donde dejar los bultos, aunque en algunos trayectos estos maleteros permanecen cerrados. En estos casos, hay que asegurarse de que las maletas no contienen algún objeto que se vaya a necesitar durante el trayecto. Si se opta por viajar con el vehículo, el equipaje debe colocarse en su interior.
·         Que la anulación del billete, o su aplazamiento, suele conllevar unos gastos entre el 10% y el 20%, según el momento en el que se realiza.


Desventajas de viajar en barco

En cuanto a las desventajas, no parece adecuado que una persona propensa a los mareos contrate un viaje en ferry. A pesar de que se dispense atención médica o el trayecto sea corto, el viaje puede resultar muy incómodo.

También hay que tener en cuenta que en algunos ferries de alta velocidad (más de 35 nudos) no está permitido viajar en la cubierta del barco por una cuestión de seguridad. Quienes esperen disfrutar de un trayecto al aire libre deberán conformarse con hacerlo, en todo caso, a la salida y/o llegada a puerto, cuando la velocidad es menor.


Servicios similares a los de un crucero

Ferry a Irlanda de la empresa Britanny Ferries.

Las compañías cuentan con diferentes modelos de ferry. Según la duración del trayecto o la rapidez de desplazamiento, se puede distinguir entre ferries convencionales o de alta velocidad.

La duración del trayecto determina la existencia de otro tipo de servicios como restaurantes, cafeterías, sala de fiestas y sala de cine. Las comodidades son similares a las de un crucero.

Durante el trayecto, en algunas embarcaciones se puede tomar el sol en las tumbonas o bancos de la cubierta y también se organizan actividades de ocio. Además, los ferries cuentan con sistemas de seguridad, que incluyen zonas de acceso restringido y vigilancia mediante un circuito cerrado de televisión, entre otras.


Viajar con animales de compañía

Si desea viajar con animales domésticos, infórmese previamente si es posible o no subir abordo esta compañía. En caso de respuesta positiva, pregunte si es necesario presentar la documentación sanitaria correspondiente, y el coste del pasaje del mismo. Recuerda que debes informar de la presencia del animal, tanto al hacer la reserva como al comprar el billete y en el momento del embarque.

Si se viaja con perros es necesario que estén sujetos con correa y bozal, ya que la aglomeración de personas puede llegar a alterar su comportamiento. El resto de animales de compañía deben embarcar siempre dentro de una jaula o caja. Posteriormente, durante el trayecto, suelen descansar en otras jaulas acondicionadas por la propia compañía, aunque algunas empresas permiten a los propietarios viajar con sus mascotas en la cubierta o en los salones, siempre que no molesten al resto de pasajeros y pasajeras. En el caso de los perros guía, la normativa específica permite que permanezcan con sus dueños y que tengan libre acceso a los mismos lugares que estos.



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