Si no quieres que te den 'gato por liebre' en tus vacaciones es importante que tengas en cuenta los siguientes consejos para alquilar un coche. Presta mucha atención a las condiciones de la póliza y ten mucho cuidado con las posibles gangas. Es importante, además, que compares el precio de alquiler de las diferentes compañías.
Contratar un coche a una alquiladora puede resultar una tarea sencilla o un auténtico quebradero de cabeza según hagas las cosas. Por este motivo es imprescindible que prestes atención a los siguientes consejos para alquilar un coche y que hagas una comparativa de los alquileres disponibles.
Alquiler: tres son las vías para alquilar un coche: el teléfono, Internet o la visita a una oficina de contratación. Muchos alquiladores ofrecen, por un coste extra, un servicio peculiar: llevan el coche al lugar que elijas y lo recogen también.
Alquiler de caravanas: el alquiler de caravanas también es una opción. Lo mejor es informarse a través de la web. Un ejemplo: una autocaravana con ducha, lavabo, cocina y cuatro plazas cuesta para dos semanas unos 1.500 euros. Un consejo: reserva con mucha antelación.
Depósito: si no se especifica lo contrario, hay que devolver los coches de alquiler con el depósito lleno. De lo contrario, es la propia compañía la que reposta; pero ojo, las tarifas que aplican por combustible son desorbitadas: casi el doble que en la gasolinera.
Edad: ¿tienes el carné recién sacado y pretendes alquilar un coche con la tarjeta de crédito de papá? No es posible. La mayoría de las empresas de alquiler exigen una experiencia mínima al volante. Por ejemplo, en Europcar no puedes alquilar hasta los 21 años y es obligatorio contar mínimo con un año de antigüedad de carné. Sixt tiene tarifas para jóvenes, pero es necesario el Carné Internacional de Estudiante. Algunas categorías, incluso, exigen tener 21 o 25 años.
Gangas: el negocio de alquiler de coches funciona más o menos como una compañía aérea: quien reserve con más antelación tiene más posibilidades de encontrar gangas, mientras que si reservas cuando lo hace todo el mundo, no te ahorras nada de nada. Hay alquiladoras que, además, tienen ofertas especiales. Infórmate bien antes de reservar.
Fumador: algunas empresas de alquiler prohíben fumar en sus vehículos, mientras que el resto se limita a pedir a sus clientes que no fumen en su interior. De ahí que si odias el olor a tabaco, lo mejor es que primero inspecciones si el vehículo que vas alquilar huele a tabaco; si es así, exige que te lo cambien.
Higiene: devolver el coche como te lo entregaron es la clave. Si no es así, tendrás que correr con los gastos. Normalmente el lavado del coche está incluido en la factura, no así si se devuelve en un estado lamentable. En algunas compañías esto puede suponer un recargo de hasta 50 euros dependiendo del estado de suciedad del coche alquilado.
Alquiler de vehículos industriales: los fines de semana se disparan las mudanzas y, por lo tanto, el alquiler de vehículos industriales. Eso sí, ten en cuenta que si posees el permiso B sólo puedes conducir vehículos de hasta 3,5 toneladas. Si quieres alquilar una furgoneta, busca entre las alquiladoras locales pequeñas para encontrar precios más interesantes. La desventaja es que con frecuencia te obligan a devolver el vehículo en la misma oficina.
Alquiler de coches de lujo: ¿careces del dinero necesario para comprarte un Porsche y a pesar de todo desearías conducir uno? Alquílalo. En Sixt puedes alquilar coches de lujo como un Jaguar XJ por 450 euros al día. Si prefieres un Ferrari, en www.alquiler-de-ferrari-y-coches-deportivos.com puedes tener un Lamborghini Gallardo por 1.950 euros un día entero (con un límite máximo de 400 kilómetros ). También tienen una rareza: un Plymouth Prowler por 800 euros (24 horas). Eso sí, las condiciones son duras y al alcance de pocos bolsillos: entre otras, un depósito de 6.000 euros.
Pago de multas: con un coche de alquiler rigen las mismas normas que con un turismo particular. Así, por ejemplo, si te pilla un radar, pagas tú. La empresa alquiladora tiene perfecta constancia de quién conducía tal día a tal hora: recuerda que cuando alquilas un coche tienes que decir quién va a conducir y que muchas veces se exige un único conductor...
Opciones: muchas alquiladoras ofrecen servicios adicionales como sistemas de retención infantil, cadenas de nieve, barras portaequipajes y, en el caso de mudanzas, incluso lonas cubreobjetos. Uno de los extras más demandados son los navegadores GPS.
Percances: mucho cuidado. Con un coche de alquiler, la legislación es distinta que con un vehículo particular. Si sufres un siniestro, por pequeño que sea, tienes que llamar a la Policía y a la propia alquiladora. De no llamar a un representante de la autoridad, puedes terminar pagando tú los daños a pesar de haber contratado el seguro. Lo mejor es que te aclaren todos los aspectos importantes en la agencia o por teléfono.
Robo del coche: pon mucha atención en verificar que el seguro incluya la cláusula correspondiente por robo. Lo normal es que los automóviles de alquiler sólo cuenten con seguro de responsabilidad civil.
Seguro: con un coche de alquiler rige la misma normativa que con un coche particular. El seguro obligatorio corre con los gastos de los daños producidos por ti como conductor a un contrario. La suma total de cobertura debería ser de, al menos, un millón de euros. Con el seguro a todo riesgo se cubren los daños en el propio coche alquilado. Un consejo: lee atentamente las condiciones del seguro y, sobre todo, la letra pequeña. En algunos países, como Islandia, es recomendable suscribir una ampliación a pesar de haber contratado un seguro a todo riesgo, debido a la legislación nacional.
Tarjetas de crédito: quien quiera pagar el coche de alquiler en la misma oficina puede abonarlo con tarjeta de débito o de crédito. Si se hace una reserva por teléfono o a través de la web, y a partir de cierta categoría de coche, solo se acepta tarjeta de crédito. Las empresas alquiladoras aceptan todo tipo de tarjetas, desde American Express hasta Visa. Para el arrendamiento de un coche de lujo como un Mercedes Clase S o un BMW Serie 6, las empresas exigen incluso dos tarjetas de crédito.
Precios de alquiler: una misma ciudad, un mismo coche y diferentes tarifas. Así es la ley del mercado. Ten en cuenta también que alquilar un coche en un aeropuerto suele ser más caro. Por ejemplo: coger un Hyundai i10 por un día en el aeropuerto de Barajas con Sixt cuesta 65 euros, mientras que si lo haces en Madrid capital vale 50. Por esta razón es imprescindible que compares precios de alquiler de los coches.
Cambio de coche: has reservado un Renault Mégane y te entregan un Ford Focus. Esto que es impensable en un concesionario, está a la orden del día en las empresas de alquiler. Y es que lo que se reserva son categorías de coches (urbanos, compactos, berlinas, SUV, etc.), no modelos en concreto, y todo depende de la disponibilidad en el momento de recogida.
Web: si quieres ahorrarte unos euros es imprescindible que eches un vistazo a Internet. Antes de reservar, es mejor que primero compares precios. Además de las grandes alquiladoras, hay un enorme número de empresas que se dedican a estos menesteres y ofrecen interesantes ofertas de coches de alquiler.
Además de estos consejos para alquilar un coche, aquí tienes varios ejemplos de alquiler con oficinas en España:
Fuente: Autobild.es
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